La Mirada Tabú 2025 premia un palmarés internacional de cine valiente y comprometido

• La ironía política de “Le Dérapage”, de Aurélien Laplace, logra el Primer Premio, y el Segundo Premio recae en “La falta”, de Carmela Sandberg, con una magnífica puesta en escena en torno al duelo

• Premio Tabú Especial del Jurado para “Arréglame la tele”, de Jon Ormaechea, una propuesta entre lo documental y lo experimental que reflexiona sobre la memoria familiar y la salud mental

• Premio Tabú de Género ex aequo para “Abril, hoy no es invierno”, de Mabel Lozano, y “Porque hoje é Sábado”, de Alice Eça Guimarães, sobre violencia silenciada y carga de cuidados, y menciones para “Depredador”, de Javier Fesser, y a All you need is love, de Dany Ruz, y las actrices Carmen Calle y Olivia Lara

• “El cuerpo de Cristo”, de Bea Lema, obtiene el Premio Tabú Social, con menciones especiales para “You no Mashallah!” y para la actriz Natalia Zamora por su interpretación en “La luz de los domingos”.

• El talento joven es reconocido con el Premio Tabú USJ Formación para “Soforem”, de Alejandro Fertero, y el Premio Tabú Joven UNIZAR para “Adiós”, de Álvaro G. Company y Mario Hernández.

El Festival Internacional de Cine La Mirada Tabú ha clausurado su XII edición con una gala celebrada en el Auditorio de CaixaForum Zaragoza, que ha combinado cine, música y reflexión. “El palmarés de esta edición completa una radiografía muy honesta de nuestra sociedad y confirma que La Mirada Tabú sigue siendo un espacio donde el cine sirve para cuestionar, emocionar y abrir conversaciones necesarias”, ha asegurado la directora del festival, Vicky Calavia.

Calavia ha realizado un balance “altamente positivo” de esta duodécima edición, destacando especialmente la respuesta del público. “Las salas se han llenado y este año se ha sumado mucha gente joven, algo que nos hace especialmente felices”, ha señalado. También ha subrayado la incorporación de nuevos colaboradores e instituciones al festival, como la Universidad de Zaragoza, que ha impulsado el Premio Joven UNIZAR, la Fundación CAI, que ha dotado económicamente el Premio Especial del Jurado, o nuevos apoyos como SalzySalz o Bodegas Borsao, “lo que demuestra que cada vez hay más gente que cree en el festival y camina con nosotros”.

La gala, presentada por la actriz Pato Badian, se ha abierto con la actuación de Crisálida Rock, junto al escritor y poeta Octavio Gómez Milián, que han reinterpretado I’m your love de Leonard Cohen en un homenaje cinematográfico. Una puesta en escena, que ha reivindicado el carácter único del Festival en el panorama internacional, consolidado como un espacio que invita a cineastas de todo el mundo a explorar el concepto de “tabú” desde una mirada diversa, poliédrica y profundamente humana.

Un palmarés que interpela al presente

El esperado palmarés oficial ha reconocido obras procedentes de distintos países y lenguajes cinematográficos, unidas por su capacidad para interpelar al espectador y cuestionar las zonas de silencio de nuestra sociedad.

El Primer Premio de La Mirada Tabú 2025, dotado con 1.500 euros y trofeo, ha sido para Le Dérapage, del director francés Aurélien Laplace, una obra que el jurado ha destacado por la inquietante actualidad de su mensaje y por una crítica política construida desde la ironía, tan ácida como eficaz.

El Segundo Premio, dotado con 900 euros, trofeo y premio de distribución Movibeta, ha recaído en La falta, de Carmela Sandberg, por su sobria y precisa creación de una situación límite que plantea al espectador un dilema tan inesperado como real, sostenido por una magnífica puesta en escena y una interpretación contenida y poderosa.

El Premio Especial del Jurado, patrocinado por la Fundación CAI y dotado con 500 euros, ha sido para Arréglame la tele, de Jon Ormaechea, por la maestría en la reinterpretación del archivo familiar y la construcción de un relato íntimo sobre la memoria, la vida y la reparación emocional.

El galardón Tabú de Género, otorgado gracias a la colaboración de la Comarca Central de Zaragoza, dotado con 500 euros y trofeo, ha sido ex aequo, para Abril, hoy no es invierno, de Mabel Lozano, por visibilizar la violencia sexual y física contra personas con discapacidad dentro del ámbito familiar, y para Porque hoje é sábado, de Alice Eça Guimarães, una delicada pieza de animación que aborda el tabú del agotamiento emocional y la pérdida de identidad en el seno de la familia.

Además, el  el jurado ha concedido dos Menciones Especiales del Premio Tabú de Género a Depredador, de Javier Fesser, y a All you need is love, de Dany Ruz, destacando especialmente el trabajo interpretativo de Carmen Calle y Olivia Lara.

El Premio Tabú Social, otorgado con la colaboración de ASAPME, y también dotado con 500 euros y trofeo ha reconocido a El cuerpo de Cristo, de Bea Lema, por su extraordinaria calidad técnica y creativa y por bordar y abordar con profundidad emocional el trauma religioso y la salud mental.

También ha habido Menciones Especiales de esta categoría para You no Mashallah!, de Juanfer Andrés y Laura Vago, y para La luz de los domingos, de Lucas de Gispert, destacando la interpretación de Natalia Zamora.

Y la mirada de las nuevas generaciones también ha tenido un papel protagonista en el  Premio Tabú USJ Formación, que ha sido para Soforem, de Alejandro Fertero (ECAM), y el Premio Tabú Joven UNIZAR, que ha reconocido Adiós, de Álvaro G. Company y Mario Hernández, por su compleja y delicada aproximación al tema de la drogadicción desde un lenguaje visual preciso y sin concesiones.

Sobre este palmarés, la impulsora de este reconocido festival, la cineasta cultural Vicky Calavia ha destacado su carácter internacional y diverso, reflejo de las preocupaciones del presente. “Los dos primeros premios son internacionales y dialogan con temas que han sido recurrentes este año en el festival, como la corrupción económica y política, abordada desde la ironía y el humor en el caso del Primer Premio, o la pérdida y el duelo, desde una mirada muy delicada y emocional en el Segundo Premio”.

La directora ha puesto también el acento en la fuerte presencia femenina del palmarés y en la mirada de las nuevas generaciones. “Tanto el Premio USJ como el Premio Joven UNIZAR demuestran que los jóvenes tienen un criterio cinéfilo excelente y una gran sensibilidad para abordar temas complejos”.

Padrino de Honor, Daniel Monzón, y una red creciente de Amigos Tabú

Uno de los momentos más emotivos de la noche ha sido la entrega del reconocimiento al Padrino Tabú 2025, el cineasta Daniel Monzón, cuya trayectoria ha sido celebrada como ejemplo de libertad creativa y compromiso con el cine. El director, cuya presencia en Zaragoza ha cautivado al público, ha felicitado al festival por su enfoque y calidad y ha asegurado que “el cortometraje es tan importante para el cine como el cuento lo es para la literatura. Hay ideas magistrales para novelas, y otras cuyo formato es el cuento, hay escritores mayúsculos en ese formato breve, e igualmente hay cineastas que deslumbran desde lo corto… ¡Larga vida al buen corto!”

En esta gala el festival ha estrenado también unos Galardones Especiales · Amigos Tabú, con los que el festival ha querido reconocer a CaixaForum Zaragoza con el Premio Espacio Tabú, por su compromiso continuado con la cultura y por acoger la gala de clausura; a Olga Julián, como Galerista Tabú, por su apoyo al arte contemporáneo y su implicación con el festival; a Óscar Baiges, con el reconocimiento a la Creación Gráfica Tabú, por dotar al certamen de una identidad visual cuidada y coherente y muy apreciada por cineastas y público; y a Juan Pons, como Proyeccionista Tabú, por su labor esencial y discreta desde Filmoteca de Zaragoza, imprescindible para que el cine llegue al público en las mejores condiciones.

La clausura ha contado con la presencia de Sara Fernández, consejera de Cultura, Educación y Turismo del Ayuntamiento de Zaragoza, institución patrocinadora del festival, así como de representantes de las entidades colaboradoras, jurados, cineastas y un público fiel que ha vuelto a llenar las salas a lo largo de toda la edición.

La gala se ha cerrado con la actuación de Gustavo Giménez y una gran foto de familia, símbolo de un festival que, doce años después, sigue creciendo como un espacio de encuentro, reflexión y resistencia cultural a través del cine.